jueves, 20 de septiembre de 2012

LA MUDA

Una vez finalizada la época de cría, aparecen en las jaulas de nuestras aves numerosas plumas. Todas las aves, necesitan cambiar sus plumas al menos una vez al año, aunque determinadas especies lo pueden hacer dos o incluso hasta tres veces al año. A este proceso de cambio de las plumas viejas por otras nuevas, se le denomina muda.
La muda está influida por varios aspectos: la estación del año, la temperatura, las especies de ave y la época de cría. Estos son los factores principales que determinan el inicio de la muda en cada especie.
Las necesidades de las aves aumentan considerablemente en esta época, por lo que se les debe suministrar mucha más cantidad de nutrientes y vitaminas. Además, la muda suele crear situaciones de estrés en el pájaro, y se vuelve mucho más vulnerable a posibles agentes infecciosos.

Generalmente, la renovación total del plumaje suele tardar unos dos, meses. En las hembras, este fenómeno es menos visible que en los machos, ya que éstas conservan más su vitalidad normal. Los canarios recién nacidos, sufre una muda a los dos meses de edad aproximadamente, aunque sólo afecta a las plumas de las, alas.
A las aves que mudan, es aconsejable proporcionarles un baño al menos 3 veces por semana, reduciéndolos al final de la muda, y volviendo a la pauta normal una vez finalizada. Cuando observemos que la muda es más lenta de lo normal, podemos acelerarla salpicando al ave con agua templada en días alternos. El ave en muda no debe tener cambios bruscos de temperatura; Mantenerla en un ambiente cálido y evitar por todos los medios posibles las corrientes de aire. Cuanto más tranquilo esté el pájaro, y menos se le moleste, mejor y más rápido acabará la muda.

Si la muda se produce naturalmente, se denomina fisiológica y si la provoca el hombre se llama muda forzada o replume forzado. La muda fisiológica dura desde 15 hasta 60 días, según las aves y lugares, alimentación etc. Muda patológica es la que se prolonga más de lo normal o bien la causada por un estado de enfermedad o desequilibrio nutricional o la que aparece fuera de estación.
Los cambios de estaciones provocan el replume o muda. Cuando el cambio va acompañado por frío, escasez de alimentos, etc. el síndrome que produce es más acentuado, lo cual ocurre a partir de marzo. En cambio en el verano, cuando no hace frío y hay abundancia de comida el síndrome que provoca es menor y pasa casi desapercibido. Un aspecto muy importante de la fisiología de la muda natural o forzada es la involución, es decir, el retorno al estado no funcional (que no funciona) del tracto reproductor, que incluye el ovario y el oviducto. El ovario es el responsable de la producción del”ovum” (yema el huevo) y ciertas hormonas sexuales, incluyendo los estrógenos. La muda comienza hasta que las gónadas (glándulas sexuales) han regresado a su tamaño primitivo indicando la pérdida de hormonas gonadotrópicas que ayudan a la regulación del crecimiento de las plumas. El oviducto forma el resto del huevo incluyendo la albúmina, membrana del cascarón y cascarón. El cascarón se produce en la porción del oviducto designada como glándula del cascarón o más correctamente, el útero.

Se ha descubierto que el tracto reproductor involuta de una manera proporcional a la pérdida de peso físico del ave. El tracto reproductor regenera también con relación al engorde de peso después de la fase de ayuno de la muda (natural o forzada), Por consiguiente, el peso físico del ave es un indicador importante de la condición del tracto reproductor durante una muda.

Decimos que el tracto reproductor de regenera a de la fase de ayuno de la muda, porque esa es la realidad: sin ayuno correcto no puede haber muda correcta. Cuando la Naturaleza deja de producir semillas o alimentos naturales cualquiera, cuando la estación fría avanza y cuando se produce el cambio de velocidad de la Tierra en la Galaxia, la muda de Marzo, que es la más efectiva.
En la muda normal existe una pérdida de peso que oscila entra el 25 y el 30% del peso del ave. La pérdida es normalmente una reducción en gordura de las aves, y como se sabe que la grasa entorpece el proceso reproductor, su desaparición es beneficiosa para el rendimiento después de la muda.

Está del todo comprobado que la grasa se acumula en el epitelio tubular del útero en relación con el peso del ave. El epitelio tubular produce la porción de calcio del cascarón del huevo. Por consiguiente, cualquier función anormal de este tejido resultaría sin duda alguna cascarones de huevos anormales. Además, el método más eficiente de rejuvenecer este tejido sería el de construirlo desde en estado no funcional al totalmente regresivo. Los métodos de muda forzada que resultan en la involución completa del tracto reproductor, quitan esta grasa de las células tubulares. Resumiendo, como el tracto reproductor evoluciona en relación con la pérdida de peso físico de aproximadamente un 30% para la involución y rendimiento óptimo posterior a la muda, es lógico suponer que el ave perderá peso más rápidamente durante el tiempo frío que el caluroso.
el replume de verano, que se pone de manifiesto principalmente con el exceso de calor, cambio de luz, etc. En esta época los replumes son parciales y esporádicos y no afectan a las plumas rectrices o timoneras.

La muda o replume natural del mes de marzo o cuando comienza el otoño, no solamente provoca una pérdida de grasa de la zona genital sino que afecta a toda la grasa del cuerpo, incluyendo la del hígado y del riñón, por lo cual el organismo se desintoxica completamente de la carga acumulada de energía en forma de grasa. La producción es la reproducción y una vez cumplido el período de reproducción, sobreviene el ayuno y la muda subsiguientemente. Al llegar la primavera se produce nuevamente la evolución del sistema genital y la reproducción; después sobreviene el ayuno y la muda, y así sucesivamente. Este proceso de evolución sexual seguido por una involución sexual asegura la renovación del organismo y la prolongación de la vista.

Cuando a los pájaros que aún no han llegado al estado de pubertad (maduración del sistema genital) se les arranca las plumas para facilitar el recambio de las mismas con motivo de las exposiciones anuales, no se provoca una muda fisiológicamente perfecta por cuanto estos pichones aún no han desarrollado sus gónadas. Esto es solamente un arranque de plumas o una muda o replume forzado sin actividad de involución, puesto que no hay nada para involucionar, ya que aún el sistema genital no evolucionó. Tampoco hay pérdida de peso y todo lo contrario, a las aves se les suministran mejores alimentos y vitaminas, aminoácidos y minerales para ayudarlas a reponer más rápidamente las plumas. En este caso no es una muda verdadera; es como si nosotros perdiéramos los dientes de leche para que salgan los definitivos.

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